¿Alguna vez te has parado a pensar en qué significan y por qué se usan?
Llevar una pulsera de cuerda fina de color rojo (o, para ser más exactos, escarlata) es una costumbre de origen judío. Los semitas empezaron a usarlo hace siglos, con el fin de protegerse de la supersticiosa creencia sobre el llamado "mal de ojo". Dicha maldad supone que los seres humanos son capaces de hacer daño o perjudicar a los demás, tan sólo dirigiéndoles una mirada. La tradición de llevar una pulserita así en la muñeca izquierda (ya que el lado izquierdo del cuerpo es generalmente considerado el más relacionado con el espíritu de uno) suele ser asociada con Cábala y las formas religiosas de judaísmo.






